Según Scalabrini Ortiz “…los rieles son como una larga herida que fracturan la enorme llanura semiárida, sin quedarnos en la concepción literaria y sentimental, con todas las historias que se tejen alrededor de sus estaciones de los pueblos que crecieron, se estancaron y que desaparecieron cuando se les negó su presencia, advertimos otras historias tan económicas y tan determinantes que son en definitiva las verdaderas causas de todos los males…”.
Todos los pueblos y ciudades que hoy componen el Departamento Presidente Roque Sáenz Peña, deben su origen al Ferrocarril que con su aurora de bienestar, trabajo y progreso, allá por los albores de la construcción histórica de la República Argentina como nación, esparció estaciones ferroviarias por casi toda su geografía.
Es así como la ciudad de Laboulaye actual cabecera departamental, surge al ser librada al servicio la estación ferroviaria el 8 de octubre del año 1886 como parte integrante de la línea Buenos Aires al Pacífico (BAP) tramo comprendido desde Orellano, provincia de Buenos Aires, hasta Villa Mercedes en la Provincia de San Luis.
En los alrededores de la estación comenzó a concentrarse una incipiente población, conformada en principio por trabajadores que habían construido la línea inaugurada, la que lentamente se fue enriqueciendo con el aporte inmigratorio de muchos extranjeros que llegaron para el desarrollo de tareas agrícola-ganaderas. Ante la ausencia de otros antecedentes y al consolidarse el poblado, es que se decide establecer como su fecha fundacional el 8 de octubre de 1886 coincidente con la apertura oficial de la línea férrea adoptándose el nombre sugerido por el ex Presidente Sarmiento en homenaje a su amigo, el escritor francés Eduardo Lefebvre de Laboulaye. El caso d e estación Curapaligue es significativo, al privatizarse la línea San Martín (hoy BAP) su último jefe Julio Oscar Cambría, se negó a abandonar el lugar y además no entregó los documentos y útiles, la Estación permanece intacta y bajo su celosa custodia, lo que impidió su desmantelamiento, como si sucedió con la demás estaciones del Departamento.
Antecedentes históricos de la línea principal del Ferrocarril Buenos Aires Al Pacífico
La Ley nº 583 del 5 de noviembre de 1872 facultaba al Poder Ejecutivo a contratar con empresas particulares la construcción y explotación de una línea férrea desde Buenos Aires hasta Mendoza y San Juan. Posteriormente modificada por la Ley nº 868 del 18 de septiembre de 1877; la concesión se otorgó a don Juan E. Clark.
El 19 de marzo de 1878, se suscribe un nuevo contrato que sustituye al del 26 de enero 1874, siendo aprobado por decreto del Poder Ejecutivo el 7 de septiembre del mismo año.
La habilitación al servicio público de la primera sección entre Mercedes y Chacabuco, se produce el 5 de marzo de 1885, la segunda sección hasta Diego de Alvear el 15 de febrero de 1886, por último el 8 de octubre de ese mismo año hasta Villa Mercedes (intermedia Laboulaye).
Durante el mes de mayo de 1889 las inundaciones ocasionaron enormes perjuicios que afectaron la circulación ferroviaria, paralizada totalmente entre las estaciones Castellanos y Vicuña Mackenna, Las aguas anegaron una extensión de 180 kilómetros, hallándose las vías férreas cubiertas por las mismas, alcanzando en determinados sectores hasta un metro de altura. Tan anormal situación que determinó se interrumpiera la prestación del servicio, se prolongó prácticamente durante todo ese año. Entre las estaciones Mackenna y Laboulaye fue posible reanudarlo en el mes de noviembre y con posterioridad y desde 1890 se rehabilitó entre Laboulaye y Castellanos.
Más allá de estas dificultades, su llegada dio lugar al crecimiento y consolidación definitiva de Laboulaye que evolucionó de estación a pueblo y de pueblo a ciudad en un lapso de tiempo relativamente breve, impulsada por la significación que como punto intermedio entre los centros poblados mas importantes de este sector del país había alcanzado; Buenos Aires, Mendoza, San Juan, San Luis confluían en la estación Laboulaye, verificándose un intenso movimiento de carga y descarga de encomiendas y ascenso y descenso de pasajeros con destino a estas provincias, mientras que cientos de inmigrantes llegaron para trabajar y afianzar ese crecimiento.
La Estación Laboulaye – Su situación
La Estación Laboulaye, se encuentra ubicada en el sector denominado actualmente sur-sur de la provincia de Córdoba, sobre vía general y se encuentra a una distancia de 485 kilómetros de la estación Retiro en Buenos Aires, su altura sobre el nivel del mar es de 138 metros. Como ya se expresa en puntos anteriores, se habilitación al servicio se produjo el 8 de octubre de 1886 y su nombre significó tributar por parte de Domingo Faustino Sarmiento homenaje conmemorativo a la personalidad del destacado escritor-historiador francés Eduardo Lefevre de Laboulaye de quién era amigo personal.
Estaciones – Líneas Principales – Ramales
Desde Laboulaye y hacia los distintos puntos del actual territorio que conforma el Departamento Presidente Roque Sáenz Peña se establecieron:
Estaciones al Este – Línea Principal
Rosales: Ubicada en el kilómetro 458,5 a 134 metros sobre el nivel del mar. Su nombre conmemora al marino Leonardo Rosales (1792-1836), oficial de nuestra armada quién cumplió heroica trayectoria durante las acciones navales contra el imperio del Brasil. Hoy centro cultural.
Salas: Se encuentra situada en el kilómetro 451,2 y a 129 metros sobre el nivel del mar. Conmemora al coronel Salas quién actuó en la campaña contra el Brasil. Abandonada y saqueada.-
Estas estaciones fueron habilitadas en oportunidad de librarse al servicio público la sección de la línea el 15 de febrero de 1886.
Estaciones al Oeste – Línea Principal
Guardia Vieja: Situada en el kilómetro 492.6 a una altura de 142 metros sobre el nivel del mar. Conmemora el combate que el 4 de febrero de 1817 sostuvieron la vanguardia de la división al mando del general Gregorio Las Heras, en su paso de los Andes, con fuerzas realistas acción que tuvo lugar en el paraje homónimo y en el que las fuerzas patriotas obtuvieron un rotundo éxito respondiendo a instrucciones del gran capitán Don José de San Martín. Usurpada por particulares.
Curapaligue: Se encuentra ubicada en el kilómetro 502.3 a una altura sobre el nivel del mar de 149.3 metros. Su nombre recuerda la batalla del general Gregorio Las Heras, al frente de un millar de hombres, derrota el 4 de abril de 1817 a las fuerzas españolas al mando del general Ordóñez.
La construcción de esta estación fue autorizada por el decreto del 15 de diciembre de 1908 y fue liberada al servicio público el 26 de diciembre de 1910. Su especial situación actual, merece una referencia específica.
Riobamba: Emplazada en el kilómetro 513.3 a una altura sobre el nivel del mar de 154 metros, su denominación perpetua el triunfo logrado en Ecuador el 21 de abril de 1822, sobre una división española por el general Juan Lavalle. El general Bolívar honró la proeza dándole al escuadrón argentino el título de granaderos de Riobamba; anteriormente la estación había sido nombrada como Julio Argentino Roca.
Las estaciones de Guardia Vieja y Riobamba fueron habilitadas, en oportunidad de librarse al servicio público la sección cuarta Villa Mercedes, el 8 de octubre de 1886. Ocupada por particulares.-
Gavilán: Recuerda su denominación el combate de “Gavilán” el 5 de mayo de 1817 en Chile cuando tropas al mando del general Las Heras derrotaron a los realistas en las alturas próximas al cerro Gavilán. En los alrededores de la estación y en la zona rural se instalaron unos 200 habitantes. Cerrado el Ferrocarril para el transporte de pasajeros, la estación fue clausurada bajo el lema menemista “Ramal que para ramal que cierra”. Abandonada, saqueada y destruida.
General Levalle: En 1886 llegó el Ferrocarril y se erigió una estación denominada comúnmente “La Bomba” o “El Estanque”, hacia el año 1.900 tomó el nombre oficial de “La Amarga”. A su alrededor se fue nucleando una población que a principios del siglo xx era de 300 habitantes. En el año 1.903 se aprobaron los planos del actual pueblo que tomó el nombre de General Levalle. Hoy centro cultural.
Ramal Laboulaye al Sudoeste – Villa Mercedes 17 de julio de 1908
Estación Salguero: Recuerda a Don Jerónimo Salguero de Cabrera y Cabrera (1774-1847), natural de Córdoba, de distinguida figura en la época de nuestra independencia. Usurpada por particulares.
Estación Melo: La denominación conmemora el fortín Melo, erigido en 1799 (época de la colonia), presumiblemente en homenaje al virrey y capitán general Pedro Melo de Portugal y Villena, quién falleció el 15 de abril de 1797. Actualmente, centro cultural.
Estación Serrano: Rememora al Dr. José Mariano Serrano (1788-1852), miembro de la asamblea constituyente del año 1813, colaboró con la redacción del estatuto provincial del año 1815, fue uno de los secretarios del congreso de Tucumán. En 1819 suscribió la constitución unitaria, siendo después ministro de los gobernadores Aráoz y Gonzáles en Tucumán, Secretario del general Arenales en el gobierno de Salta, militar al que acompañó como auditor de guerra. En 1825 fue presidente de la asamblea general del Alto Perú. Actualmente centro cultural.
Ramal Laboulaye al Noroeste – Sampacho 11 de febrero de 1936
Estación Fray Cayetano Rodríguez: Conmemora al sacerdote y tribuno Fray Cayetano Rodríguez. Titular precursor de la biblioteca pública, miembro de la soberana asamblea general constituyente del año 1813, de cuyo diario de sesiones asumió la redacción. Además fue periodista y poeta, falleció en el año 1823. Hoy, ocupada por particulares.
Estación Ruiz Díaz de Guzmán: Recuerda al publicista Ruiz Díaz de Guzmán, autor de la “Argentina”, o sea la historia del descubrimiento, conquista y población del Río de la Plata escrita en 1612, obra compuesta “Tomando relación de algunos antiguos conquistadores y personas de crédito con otros sucesos que yo fui testigo”. Es considerado el primer historiador de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Hoy, ocupada por particulares.
Estación Laboulaye – Esplendor – Decadencia – Crisis
Tomando como referencia los años 1954 a 1992, la Estación Laboulaye tenía 440 empleados, distribuidos entre los distintos cargos jerárquicos y de servicios generales. Corrían diariamente de seis a ocho trenes de pasajeros de Retiro a Mendoza y San Juan, parando todos en la Estación Laboulaye.
De lunes a sábado corrían trenes a ramales Laboulaye, Villa Valeria y Huinca Renancó; de Laboulaye a Sampacho, Río Cuarto y Córdoba, tanto de pasajeros como de carga.
Como ejemplo se mencionaba el paso diario de: “El Zonda”, “El Rosarino” “El Cuyano”, “Sierras Grandes” y distintos trenes locales, todos de pasajeros. En la Estación Laboulaye, se vendían diariamente entre 350 y 400 boletos.
El servicio de cargas generales y hacienda vacuna, no era menos importante, se recibían de seis a diez vagones diarios de mercaderías en general y se cargaban los mismos nuevamente en igual proporción. Los días jueves y domingos, unas quince a veinte jaulas con vacunos se despachaban a Mataderos, Mendoza y otros puntos del país, cada jaula, contenía entre 25 y 30 animales según su tamaño.
Procedentes de Retiro y otras Estaciones, se recibían entre 4.500 y 5.000 bultos por mes, que se despachaban a los ramales Villa Valeria y Sampacho. También se distribuían alrededor de 2.500 paquetes.
La Estación Laboulaye, llegó a ser la que más recibió y despachó encomiendas y equipajes de toda la línea del Ferrocarril General San Martín desde Retiro a San Juan y otras Estaciones.
Además de todos los servicios detallados, el tren transportaba hacia nuestra ciudad el agua potable que se consumía en casi todos los hogares de nuestra ciudad, interrumpido definitivamente este aporte, al privatizarse el Ferrocarril en 1993.
En los talleres se trabajaba las veinticuatro horas en tres turnos de ocho horas, se reparaban y ponían en funcionamiento y se realizaba servicio de mantenimiento de: locomotoras a leña, carbón, vapor, diesel, al igual que vagones de carga o pasajeros. Existía la mesa de máquinas para colocar a las locomotoras en posición hacia dónde tenían que partir; a su vez se las utilizaba para engrasar y reparar las mismas.
De los bretes, se estableció un récord nunca igualado; el prestigioso ganadero y primer presidente de la Sociedad Rural Laboulaye fundada en 1897, una de las más antiguas del país, PEDRO ESTANGUET, cargó 12.000 novillos en varios vagones hacia Buenos Aires, venta realizada a un frigorífico.
Lo que hasta no hace demasiado tiempo, era símbolo de progreso y futuro promisorio, hoy lo es de la decadencia. De los impresionantes talleres, sólo queda su estructura de vigas, chapas y tirantes, totalmente deterioradas, que sobrevivieron al desmantelamiento, al igual que los tanques de agua y depósitos de combustibles. El sector donde se ubicaban los bretes se ha transformado en una playa de camiones de uno de los molinos harineros y la estación aún conservada en su estado original, es utilizada actualmente por la empresa brasilera ALL que tiene la concesión del corredor ferroviario general San Martín y recientemente el gremio “La Fraternidad” realizó tareas de recuperación y mantenimiento del edificio, único baluarte que aún nos habla de ese pasado de esplendor y hoy soporta estoicamente este presente crítico y decadente.
De los 400 empleados hoy desarrollan tareas 36 personas, 6 como personal de estación, 5 en vías y obras y 20 en conducción de locomotoras y jefes de tren al cuidado de los vagones. A la estación le cambiaron la denominación, ahora la llaman patio Laboulaye o patio Rufino ¿?. De las demás estaciones componentes de la línea, algunas fueron rescatadas para actividades culturales y museos, otras están totalmente abandonadas y los poblados pequeños que se habían formado, transformados en fantasmas o desaparecidos, tal es el caso de Estación Curapaligue al que me referiré posteriormente. La empresa adjudicataria del servicio de cargas privatizado destruyó garitas que eran hitos de singular riqueza histórica también se dice que habría quemado documentación que significaba fuente de consulta para reconstruir la historia de la Estación Laboulaye. Casillas de chapa y madera, hoy son ocupadas ilegalmente por particulares, los terrenos totalmente cubiertos de malezas y suciedad, ocultan un pasado de grandeza y muestran un presente de tristeza. A pesar de haberse reactivado con la participación del estado en estos últimos años, el servicio de carga; pero el tren de pasajeros, sigue siendo una deuda pendiente y un deseo de todos los laboulayenses.
Esa misma tristeza que se potencia, cuando los laboulayenses recordamos el 11 de marzo de 1993, remolcado por la locomotora número 9046 hizo su último paso el tren de pasajeros” el Aconcagua” hacia Retiro Buenos Aires luego se suspendería definitivamente el servicio.
Curapaligüe
Estación Clausurada – Pueblo Desaparecido
“213/314 – 300 23/1215
Control Entradas Palermo Code La Línea
Sr. Int Labye.
En (CE.y 27/3) con motivo de la posesión del Nuevo concesionario BAP San Martín SA. A partir del 26/7/93.
Las Estaciones procederán de la siguiente manera
“…1º Emitirán Balance de tfco ahc409 con las operaciones habidas entre el 1º y el 25/7/93 como si se tratara de fin de mes el cual deberá remitir a la División entrada avda Santa Fé 4636 2º piso Capital Federal. Por el medio mas agil.
2º Los importes que mantengan pendientes por los distintos conceptos y que no obstante las gestiones realizadas resulten incobrables serán transferidas a la cuenta 24653 en formula separada por Rubro y Tráfico que corresponde y citando referencias de la correspondencia cursada y Recibida – al respecto cabe señalar que el Balance A H C 404 que se emite no debe demostrar importe Ptes.
3º Por el Dinero Recaudado y Hasta las 24 hs 25/7/93 confeccionara Remesa e Tesorería AH E 402 .
Remitiran a la respectiva delegación de tesorería.
4º la Existencia total de Boletos libros de Caja y Demas Valores seran resguardados Bajo llameen Armarios o Caja de Hierro Hasta tanto el Sr Interventor disponga Su Destino.
5º ademas Todas las Estaciones que operan con el Trafico de adelanto emitiran el correspondiente Balance CE3/9 acompañando la Respectiva Documentación ante tal Situación separadamente Su Especial atención de fin de Evitar Inconvenientes de orden contable. Cualquier Duda al Respecto Comunicarse el Telefono 771-7146″ VJ 10.15″ ojo”….”
Con muchas dificultades, he tratado de transcribir el contenido del texto dejado por un inspector al último Jefe de la Estación Curapaligue en el mes de julio del año 1993, con una caligrafía horrible, indicaba el procedimiento a seguir ante la toma de posesión del nuevo concesionario de la línea BAP San Martín y el pertinente cese de las actividades de la estación. Se trata efectivamente de un papel con membrete del tipo de los utilizados para la remisión de cargas, ya que en su parte superior puede leerse “MINISTERIO DE TRANSPORTES DE LA NACIÓN E. F. E. A. FERROCARRIL GENERAL SAN MARTÍN – CATEGORÍA – DESTINATARIO – DOMICILIO – DESTINO”. El papel (trato de buscarle una denominación técnica coherente pero no lo consigo, es solo eso un papel), no tiene firma ni sellos (su color amarillento actual denuncia el paso del tiempo), me fue proporcionado por el último Jefe de la Estación Curapaligue Oscar Julio Cambría. La frialdad y desconsideración de la persona que entregó la nota, demuestra la total insensibilidad y falta de respeto hacia quienes dedicaron sus vidas enteras al ferrocarril ya que su destino estuvo trazado por el riel y el particular orgullo de ser; “Ferroviario”. La administración menemista, contrariando principios básicos de su partido (el peronismo) eliminó con total indiferencia (decretos de necesidad y urgencia mediante y la complicidad de gremialistas y partidos políticos opositores) ese orgullo y ese destino.
Pero Oscar Julio Cambría, decidió que no iba a rendir su Estación, se mantuvo firme en su puesto no abandonó el lugar, siguió trabajando en tareas rurales mientras esperaba la jubilación, sin permitir el saqueo al que fueron sometidas la mayoría de las estaciones vecinas, al momento de escribir estas líneas y habiendo realizado una tarea de campo en el lugar, puedo afirmar que estar en la Estación Curapaligue, es revivir un tiempo no tan lejano en la historia aún están los bretes con su molino y aguadas en estado original, en la Estación la oficina del Jefe, carteles indicadores con disposiciones varias, la caja fuerte de hierro macizo, la pizarra con el precio de los boletos y distintos servicios, la planilla de horarios y descansos a cumplir por el personal afectado a la estación y lo mas importante; con no disimulado orgullo Oscar Cambría me conduce hacia la oficina del jefe, allí en un armario y a muy buen resguardo, se encuentra la totalidad de la documentación que vivencia el movimiento de la estación, desde sus inicios hasta la clausura definitiva, lo cual será motivo de otras entrevistas y me permitirá ampliar notablemente el presente trabajo de investigación.
Transcribo a continuación, aspectos salientes de la entrevista realizada a Oscar Julio Cambría último Jefe de Estación Curapaligue::
“… Mi familia es ferroviaria, desde el comienzo de la familia en Argentina. Mi abuelo cuando vino fue empleado ferroviario, era inmigrante italiano, mi papá también fue ferroviario, luego lo seguí yo también mi hijo ferroviario, yo estuve casi los 38 años que trabajé siempre acá en Curapaligue a excepción de algunos pequeños relevos que hice por ahí en otras estaciones…” “…al principio éramos peones eventuales hasta que agarramos la efectividad, cuando quedé efectivo ya quede como auxiliar de estación y después en 1982 me tocó la vacante de jefe de estación y ahí terminé la carrera hasta 1993 que nos indemnizaron a todos y quedamos todos afuera…” “…Cuando yo empecé a trabajar aquí en Curapaligue había un pueblito bien armadito con negocios importantes como ramos generales, carnicerías, tiendas, varios boliches, club sociedad italiana, cooperadora escolar, cooperadora policial, cuando nosotros llegamos acá en 1944 habrá tenido unos 350 – 400 habitantes…” “… en el ferrocarril trabajaban 6 o 7 personas, pero el trabajo de campo y el trabajo en los galpones con la bolsa en gran parte dependía del ferrocarril, en época de cosecha hacían tareas de changa muchas personas ya que se llenaban los cuatros galpones y se estibaba fuera de los galpones lo que no cabía dentro de ellos y luego se cargaban en vagones, el trabajo de carga se hacía a hombro luego de pesarlas en balanzadas de diez bolsas hasta que se completaba el vagón, creo que en cada vagón cabían 700 bolsas, en lo que respecta a la hacienda también las cargaba el interesado; en ambos casos se emitían cartas de porte con la cantidad que se cargaba y el jefe de estación documentaba pero no intervenía, solo en tareas de seguridad y control, ya que todo lo hacían las compañías encargadas…” “… el día de trabajo en la estación comenzaba a las nueve hasta las doce y de dieciséis cuarenta y cinco a veintidós, había compensaciones para el personal que trabajaba en horas nocturnas…” “…la tarea del jefe era registrar el paso de los trenes, toda la contabilidad, todo el movimiento de la estación, balances de fin de mes, reclamos de los Curapaligue dependía administrativamente de Villa Mercedes (San Luis). Luego explicó detalles del funcionamiento de la misma y que: “… la estación Curapaligue, registra el tren nº 511 el día 11 de marzo de 1993 hacía Mendoza a las 4,36 horas y de regreso el nº 8002 el día 13 de marzo de 1993 a las 2,33 horas desde Mendoza hacia retiro, luego de ese registro se cerraría definitivamente”. Con el cierre de la estación, llegaron las inundaciones Curapaligue se fue despoblando hasta desaparecer, solo quedan el Jefe de Estación que se niega a abandonar el lugar (ya jubilado realiza tareas por cuenta propia en el predio de la estación) y un criador de animales que ocupa junto a su familia el edifico de lo que era la escuela primaria, restos de edificios derrumbados, aljibes solitarios, como lo expresa el poeta e historiador de Serrano Aldo Lamberti. “… Por aquí anduvo Juan. Por allí anduvo Pedro. Y la Juana y la Rosa que limpiando o barriendo marcaron con sus huellas hoy desiertos senderos. Ya no están, ya se han ido. Solo quedó el silencio…”
“…historias que se tejen alrededor de las estaciones, de los pueblos que crecieron, se estancaron y que desaparecieron cuando se les negó su presencia…” Scalabrini Ortiz, Raúl.-
Conclusiones
El modo desprolijo y las formas poco claras que se adoptaron para llevar a cabo las privatizaciones de los ferrocarriles, hacen pensar en la escasa o casi nula sensibilidad de sus ejecutores, tanto el gobierno central como las empresas beneficiadas con las concesiones, no se preocuparon por el destino de los pueblos nacidos con ellos y mucho menos de sus habitantes, en Laboulaye al hacerse cargo la primera de las compañías adjudicatarias denominada Pescarmona, (luego en segunda adjudicación a la brasilera All), decidió incinerar (quemar), toda la documentación existente, como así también destruir las casillas que alojaban en tiempos de esplendor a los guardabarreras y cuya construcción databa de la época de inauguración de la estación, todo esto impide actualmente la reconstrucción de su historia reciente., lo mismo sucedió en todas las demás instalaciones ferroviarias del Departamento, la única excepción fue Curapaligue, allí su último Jefe, Julio Oscar Cambría impidió el saqueo, resguardó la totalidad de la documentación y el equipamiento, su actitud hizo que quienes en algún momento lo intentaron, no pudieron y hoy quienes amamos la historia, tenemos una fuente de información de incalculable riqueza histórica que permite comprender los como, los cuando y los porqué; de la posterior desaparición del pueblo de Curapaligue, algo que Cambría ya no pudo impedir, su coraje tal vez, no daba para tanto.-
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS:
Ricardo José Martinelli – Curapaligüe: Memorias del Desierto Municipalidad de General Levalle – Año 2008.-
Scalabrini Ortiz, Raúl – Historia de los Ferrocarriles Argentinos.-
DOCUMENTALES:
Historia de la empresa Ferrocarriles Argentinos y la Estación Laboulaye documentos escritos obrantes en el Archivo y Museo Histórico “Manuel A. Moreira” de la ciudad de Laboulaye.
Documentos y trabajo de campo, realizado en Estación Curapaligüe.
– Tonada de Curapaligue – Letra y Música de Aldo Lamberti.
ORALES:
VITTORELLI, Bartolo ex Jefe Estación Laboulaye (hoy jubilado ferroviario).-
MASSINI, Jorge – actual empleado empresa brasilera ALL.-
CAMBRÍA, Oscar Julio, ex Jefe Estación Curapaligue (hoy jubilado ferroviario).-
Fotos: cedidas gentilmente por Ángeles Bruno.