Esa misma tristeza que se potencia, cuando los laboulayenses recordamos el 11 de marzo de 1993, remolcado por la locomotora número 9046 hizo su último paso el tren de pasajeros” el Aconcagua” hacia Retiro Buenos Aires luego se suspendería definitivamente el servicio.
Curapaligüe
Estación Clausurada – Pueblo Desaparecido
“213/314 – 300 23/1215
Control Entradas Palermo Code La Línea
Sr. Int Labye.
En (CE.y 27/3) con motivo de la posesión del Nuevo concesionario BAP San Martín SA. A partir del 26/7/93.
Las Estaciones procederán de la siguiente manera
“…1º Emitirán Balance de tfco ahc409 con las operaciones habidas entre el 1º y el 25/7/93 como si se tratara de fin de mes el cual deberá remitir a la División entrada avda Santa Fé 4636 2º piso Capital Federal. Por el medio mas agil.
2º Los importes que mantengan pendientes por los distintos conceptos y que no obstante las gestiones realizadas resulten incobrables serán transferidas a la cuenta 24653 en formula separada por Rubro y Tráfico que corresponde y citando referencias de la correspondencia cursada y Recibida – al respecto cabe señalar que el Balance A H C 404 que se emite no debe demostrar importe Ptes.
3º Por el Dinero Recaudado y Hasta las 24 hs 25/7/93 confeccionara Remesa e Tesorería AH E 402 .
Remitiran a la respectiva delegación de tesorería.
4º la Existencia total de Boletos libros de Caja y Demas Valores seran resguardados Bajo llameen Armarios o Caja de Hierro Hasta tanto el Sr Interventor disponga Su Destino.
5º ademas Todas las Estaciones que operan con el Trafico de adelanto emitiran el correspondiente Balance CE3/9 acompañando la Respectiva Documentación ante tal Situación separadamente Su Especial atención de fin de Evitar Inconvenientes de orden contable. Cualquier Duda al Respecto Comunicarse el Telefono 771-7146″ VJ 10.15″ ojo”….”
Con muchas dificultades, he tratado de transcribir el contenido del texto dejado por un inspector al último Jefe de la Estación Curapaligue en el mes de julio del año 1993, con una caligrafía horrible, indicaba el procedimiento a seguir ante la toma de posesión del nuevo concesionario de la línea BAP San Martín y el pertinente cese de las actividades de la estación. Se trata efectivamente de un papel con membrete del tipo de los utilizados para la remisión de cargas, ya que en su parte superior puede leerse “MINISTERIO DE TRANSPORTES DE LA NACIÓN E. F. E. A. FERROCARRIL GENERAL SAN MARTÍN – CATEGORÍA – DESTINATARIO – DOMICILIO – DESTINO”. El papel (trato de buscarle una denominación técnica coherente pero no lo consigo, es solo eso un papel), no tiene firma ni sellos (su color amarillento actual denuncia el paso del tiempo), me fue proporcionado por el último Jefe de la Estación Curapaligue Oscar Julio Cambría. La frialdad y desconsideración de la persona que entregó la nota, demuestra la total insensibilidad y falta de respeto hacia quienes dedicaron sus vidas enteras al ferrocarril ya que su destino estuvo trazado por el riel y el particular orgullo de ser; “Ferroviario”. La administración menemista, contrariando principios básicos de su partido (el peronismo) eliminó con total indiferencia (decretos de necesidad y urgencia mediante y la complicidad de gremialistas y partidos políticos opositores) ese orgullo y ese destino.
Pero Oscar Julio Cambría, decidió que no iba a rendir su Estación, se mantuvo firme en su puesto no abandonó el lugar, siguió trabajando en tareas rurales mientras esperaba la jubilación, sin permitir el saqueo al que fueron sometidas la mayoría de las estaciones vecinas, al momento de escribir estas líneas y habiendo realizado una tarea de campo en el lugar, puedo afirmar que estar en la Estación Curapaligue, es revivir un tiempo no tan lejano en la historia aún están los bretes con su molino y aguadas en estado original, en la Estación la oficina del Jefe, carteles indicadores con disposiciones varias, la caja fuerte de hierro macizo, la pizarra con el precio de los boletos y distintos servicios, la planilla de horarios y descansos a cumplir por el personal afectado a la estación y lo mas importante; con no disimulado orgullo Oscar Cambría me conduce hacia la oficina del jefe, allí en un armario y a muy buen resguardo, se encuentra la totalidad de la documentación que vivencia el movimiento de la estación, desde sus inicios hasta la clausura definitiva, lo cual será motivo de otras entrevistas y me permitirá ampliar notablemente el presente trabajo de investigación.
Transcribo a continuación, aspectos salientes de la entrevista realizada a Oscar Julio Cambría último Jefe de Estación Curapaligue::
“… Mi familia es ferroviaria, desde el comienzo de la familia en Argentina. Mi abuelo cuando vino fue empleado ferroviario, era inmigrante italiano, mi papá también fue ferroviario, luego lo seguí yo también mi hijo ferroviario, yo estuve casi los 38 años que trabajé siempre acá en Curapaligue a excepción de algunos pequeños relevos que hice por ahí en otras estaciones…” “…al principio éramos peones eventuales hasta que agarramos la efectividad, cuando quedé efectivo ya quede como auxiliar de estación y después en 1982 me tocó la vacante de jefe de estación y ahí terminé la carrera hasta 1993 que nos indemnizaron a todos y quedamos todos afuera…” “…Cuando yo empecé a trabajar aquí en Curapaligue había un pueblito bien armadito con negocios importantes como ramos generales, carnicerías, tiendas, varios boliches, club sociedad italiana, cooperadora escolar, cooperadora policial, cuando nosotros llegamos acá en 1944 habrá tenido unos 350 – 400 habitantes…” “… en el ferrocarril trabajaban 6 o 7 personas, pero el trabajo de campo y el trabajo en los galpones con la bolsa en gran parte dependía del ferrocarril, en época de cosecha hacían tareas de changa muchas personas ya que se llenaban los cuatros galpones y se estibaba fuera de los galpones lo que no cabía dentro de ellos y luego se cargaban en vagones, el trabajo de carga se hacía a hombro luego de pesarlas en balanzadas de diez bolsas hasta que se completaba el vagón, creo que en cada vagón cabían 700 bolsas, en lo que respecta a la hacienda también las cargaba el interesado; en ambos casos se emitían cartas de porte con la cantidad que se cargaba y el jefe de estación documentaba pero no intervenía, solo en tareas de seguridad y control, ya que todo lo hacían las compañías encargadas…” “… el día de trabajo en la estación comenzaba a las nueve hasta las doce y de dieciséis cuarenta y cinco a veintidós, había compensaciones para el personal que trabajaba en horas nocturnas…” “…la tarea del jefe era registrar el paso de los trenes, toda la contabilidad, todo el movimiento de la estación, balances de fin de mes, reclamos de los Curapaligue dependía administrativamente de Villa Mercedes (San Luis). Luego explicó detalles del funcionamiento de la misma y que: “… la estación Curapaligue, registra el tren nº 511 el día 11 de marzo de 1993 hacía Mendoza a las 4,36 horas y de regreso el nº 8002 el día 13 de marzo de 1993 a las 2,33 horas desde Mendoza hacia retiro, luego de ese registro se cerraría definitivamente”. Con el cierre de la estación, llegaron las inundaciones Curapaligue se fue despoblando hasta desaparecer, solo quedan el Jefe de Estación que se niega a abandonar el lugar (ya jubilado realiza tareas por cuenta propia en el predio de la estación) y un criador de animales que ocupa junto a su familia el edifico de lo que era la escuela primaria, restos de edificios derrumbados, aljibes solitarios, como lo expresa el poeta e historiador de Serrano Aldo Lamberti. “… Por aquí anduvo Juan. Por allí anduvo Pedro. Y la Juana y la Rosa que limpiando o barriendo marcaron con sus huellas hoy desiertos senderos. Ya no están, ya se han ido. Solo quedó el silencio…”
“…historias que se tejen alrededor de las estaciones, de los pueblos que crecieron, se estancaron y que desaparecieron cuando se les negó su presencia…” Scalabrini Ortiz, Raúl.-
Conclusiones
El modo desprolijo y las formas poco claras que se adoptaron para llevar a cabo las privatizaciones de los ferrocarriles, hacen pensar en la escasa o casi nula sensibilidad de sus ejecutores, tanto el gobierno central como las empresas beneficiadas con las concesiones, no se preocuparon por el destino de los pueblos nacidos con ellos y mucho menos de sus habitantes, en Laboulaye al hacerse cargo la primera de las compañías adjudicatarias denominada Pescarmona, (luego en segunda adjudicación a la brasilera All), decidió incinerar (quemar), toda la documentación existente, como así también destruir las casillas que alojaban en tiempos de esplendor a los guardabarreras y cuya construcción databa de la época de inauguración de la estación, todo esto impide actualmente la reconstrucción de su historia reciente., lo mismo sucedió en todas las demás instalaciones ferroviarias del Departamento, la única excepción fue Curapaligue, allí su último Jefe, Julio Oscar Cambría impidió el saqueo, resguardó la totalidad de la documentación y el equipamiento, su actitud hizo que quienes en algún momento lo intentaron, no pudieron y hoy quienes amamos la historia, tenemos una fuente de información de incalculable riqueza histórica que permite comprender los como, los cuando y los porqué; de la posterior desaparición del pueblo de Curapaligue, algo que Cambría ya no pudo impedir, su coraje tal vez, no daba para tanto.-
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS:
Ricardo José Martinelli – Curapaligüe: Memorias del Desierto Municipalidad de General Levalle – Año 2008.-
Scalabrini Ortiz, Raúl – Historia de los Ferrocarriles Argentinos.-
DOCUMENTALES:
Historia de la empresa Ferrocarriles Argentinos y la Estación Laboulaye documentos escritos obrantes en el Archivo y Museo Histórico “Manuel A. Moreira” de la ciudad de Laboulaye.
Documentos y trabajo de campo, realizado en Estación Curapaligüe.
– Tonada de Curapaligue – Letra y Música de Aldo Lamberti.
ORALES:
VITTORELLI, Bartolo ex Jefe Estación Laboulaye (hoy jubilado ferroviario).-
MASSINI, Jorge – actual empleado empresa brasilera ALL.-
CAMBRÍA, Oscar Julio, ex Jefe Estación Curapaligue (hoy jubilado ferroviario).-