La propiedad cordobesa de los hermanos Chas se mantuvo indivisa hasta la muerte de Tomás, ocurrida el 29 de julio de1894. Muere soltero y sin dejar testamento, por lo tanto, pasan a ser legítimos herederos sus hermanos Joaquín, Vicente, Rosario y Mercedes, y en representación de Juana, Catalina y Rosa -ya fallecidas-, sus hijos. De la 1ª: Carlos, María, Emilio, Catalina, Federico y Alberto Bunge; de la 2ª: Ernestina, Elena, Leopoldo, Guillermina y Ricardo Bunge, y de la 3ª: Rosa, María Luisa y Adela Martines. El trámite sucesorio se inició el 15 de setiembre de 1894.
Con fecha 6 de marzo de 1896 el señor Antonio F. Sánchez se presenta ante el juez de Córdoba, en nombre de Joaquín y Vicente Chas, para declarar que sus representados tienen propiedades en la provincia en condominio con la sucesión de Tomás, dictándose la cesación del mismo el día 3 de agosto de 1896, y quedando repartido de esta forma:
- Joaquín: suertes 19 y 22 E y 2 F más 1/3 parte de 4 F.
- Vicente: suertes 25 E y 5 y 6 F más 1/3 parte de 4 F.
- Suc. de Tomás: suertes 23 E y 3 y 8 F más 1/3 parte de 4 F.
En estas tierras, años después surgirían Santa Magdalena y Villa Jovita (hoy unificadas como Jovita), San Joaquín y las colonias aledañas, algunas de las cuales pertenecen hoy al departamento Presidente Roque Sáenz Peña y otras al General Roca. Con la división del latifundio, comienza la venta de propiedades, pasando a pertenecer a distintos dueños: Vicente compra las otras dos terceras partes del lote 4F., obteniendo la totalidad de esta fracción, sumándolas a sus posesiones. En total 39471ha ,45 a. La sucesión de Tomás vende las 30000 ha en remate público a cargo de los martilleros Funes, Lagos y Cía., en distintas fechas del año 1897. Por haber menores debe intervenir el juez para aprobar estas ventas. Emilio Vicente Bunge (h), a quien le corresponde una parte por herencia de su madre, Juana Chas, adquiere las 5000 ha. Sur de la suerte 3F y 5000 ha. Norte de la suerte 23E. En enero de 1904 Joaquín transfiere por venta las 30000 hectáreas que le restan (suertes 19 y 22 E y 2 F) a la sociedad formada por Drysdale, Agar y Dunn.
Jovita y sus colonias
La firma Drysdale, Agar y Dunn fracciona la suerte 2F y comienza inmediatamente la venta de lotes. Los primeros adquirientes fueron: Aquilino Puerta, Vicente Gallo, Agustín Carricaburu, Pedro Francisco Villemur, Julio N. Rojas, Mac Lear, entre otros.
El 6 de mayo de 1905, se disuelve la firma quedando Drysdale como único dueño. En el mismo acto la parte que correspondía a Agar y Dunn es comprada, como propiedad indivisa, por Magdalena Quaglia viuda de Merlo. La nueva sociedad subdivide la suerte 19E para arrendamiento y ventas; la suerte 22E, sin fraccionar, es comprada por Ciriaco Morea; de la suerte 2F quedan sin vender sólo seis (6) lotes reservados para la fundación de un pueblo, y el lote 28, cambiado por Pedro F. Villemur por uno de la suerte 19E, fue vendido en fecha posterior. En agosto, por medio de un contrato con el señor Alberto Moulié se le otorga poder para escriturar las ventas realizadas por el señor Emmanuel Bousquet, dueño de la empresa Colonización E. Bousquet quien tiene a su cargo la radicación de familias en este espacio.
Esas tierras dieron lugar a la formación de tres colonias: Santa Magdalena, (2F), Francisco Merlo (19E) y Ciriaco Morea (22E). De los seis solares de la suerte 2F, colonia Santa Magdalena destinados para la creación de un pueblo, dos de ellos (1 y 2) fueron comprados como propiedad particular por Martínez Vivot, y en los restantes (8,9,15 y 16), se fundó Santa Magdalena, en el límite exacto de la suerte 3 F, comprada por Emilio V. Bunge (h) en 1897 a la sucesión de Tomás Chas.
San Joaquín y su zona
Las tierras del doctor Vicente Chas, pertenecientes a la jurisdicción de San Joaquín -y desde la creación del departamento Presidente Roque Sáenz Peña, parte de ellas pasaron a este nuevo departamento- siempre se las consideró colonias jovitenses por su cercanía, el trato comercial y la relación social con sus colonos. La escuela Jonas Salk, ubicada en colonia Santa Catalina, que aún pertenece a la familia, depende del Centro Educativo Domingo Faustino Sarmiento, de Jovita y queda dentro del departamento General Roca. Además de los campos de la estancia Santa Catalina, en el pueblo de San Joaquín numerosos solares corresponden a los descendientes del doctor Vicente Chas. El club local se denomina Dr. Vicente Chas.
La familia del doctor Vicente Chas
El doctor Vicente Chas se casó con María Lauga y tuvieron tres hijos: María, quien se casó con Alberto de Oliveira Cézar; tuvieron 1 hija. Vicente, con Josefina Madariaga Peña. Francisco, con Helena Velar de Irigoyen.
Luego de la división del condominio y venta de las tierras de la sucesión de Tomás, el doctor Vicente Chas, como ya está dicho, pasó a tener la totalidad de los lotes 25 E y 4, 5 y 6 F, dando lugar a la formación de varias estancias: Santo Tomás, San Vicente, Santa Catalina. Una parte de estas propiedades fueron vendidas por los hijos de Vicente y Francisco promediando el siglo XX. En notas realizadas a actuales poseedores de estos campos, comentaron que los anteriores propietarios ofrecieron estas tierras a antiguos trabajadores y arrendatarios, quienes las pagaron con trabajo.
El matrimonio Chas-de Olivera Cézar fueron los padres de María Ángela, quien luego se casó con Raúl Danuzzo Iturraspe. Tuvieron dos hijas: María Ángela; contrajo matrimonio con Jorge Baumann. En la actualidad tienen tres hijos y una nieta. Y, Ana Adela quien se casó con Mariano Méndez y tienen cinco hijos.
Las hijas de María de Olivera Cézar de Danuzzo Iturraspe, son las actuales propietarias de la estancia Santa Catalina y de numerosos solares de la localidad de San Joaquín. En uno de ellos se encuentra la iglesia del pueblo, y la familia contrata al personal que tiene a su cargo la limpieza y conservación del edificio.
La señora María Lauga de Chas, mantuvo siempre trato directo con la comunidad jovitense, en especial con la Sala de Primeros Auxilios San José de Jovita, donde fue nombrada Presidenta Honoraria y trabajadores de sus campos que estaban enfermos fueron internados por su intermediación. Además, cuando falleció (1947), el título pasó a la hija, María Chas de Oliveira Cézar. Al año siguiente, en el primer aniversario de su muerte, se ofició un funeral en la iglesia local. El general Alberto de Oliveira Cézar y el doctor Francisco Chas (yerno e hijo, respectivamente del doctor Vicente) eran socios protectores de esta Institución dedicada al cuidado de la salud. Todos estos datos constan en los libros de Actas que se pudieron rescatar, y en ellos están registradas las importantes donaciones que hicieron para la Sala.