Este grupo nació como un “apéndice” del Centro Vecinal San Cayetano, cuando viajaron a Liniers (Buenos Aires) a pedido de un joven del barrio que estaba padeciendo una enfermedad que poco tiempo después le causó la muerte. El objetivo de este viaje era traer una imagen de San Cayetano.
Un grupo de personas del barrio trabajó para formarlo y con el apoyo de las autoridades y en especial del cura párroco de aquel entonces el Padre Jerónimo Ducart se vio el sueño realizado. El primer y único jefe del grupo hasta el último viaje fue el señor Héctor Mario Antonio García.
Después de un tiempo un artesano local realizó un pequeño retablo con otra imagen más pequeña para poder transportarla con mayor facilidad y la original fue emplazada en la plaza del Barrio del mismo nombre.
La principal actividad del grupo son las cabalgatas, y su salida más importante es la que realizan en forma ininterrumpida desde el año 2000, dicha cabalgata hace el recorrido hasta la localidad de Reducción a la fiesta en honor del “Cristo de la Buena Muerte”, además se han realizado cabalgatas a la basílica de Luján en algunas ocasiones y a la Beatificación del Cura Gaucho Brochero o a algunos eventos tradicionales en localidades vecinas y también a establecimientos rurales cercanos a la localidad.
Este tipo de viajes cortos sirve como entrenamiento para los jinetes y los caballos. Y en especial para que los jóvenes aprendan todo lo relacionado con las tareas de cuidado y alimentación de los animales, realización de una campereada, comidas al aire libre y poniendo especial énfasis en los valores de la solidaridad y la familia como célula principal de la sociedad.
El lema de la agrupación es “Por la Paz, el Pan y el Trabajo” y esos son los valores que se trata de inculcar al grupo de jóvenes que, de a poco, se han unido al grupo original, generalmente son los hijos o nietos de los primeros integrantes.
El viaje comienza alrededor del 27 o 28 de abril y el grupo está conformado por los cabalgateros, que en la última ocasión era de un número aproximado de 50 personas, algunos caballos para poder recambiar en el camino, un carro que transporta todo lo necesario para el viaje, comestibles, ropa de abrigo, utensillios que sirvan para hacer una comida al aire libre y un tractor como apoyo porque las cuestiones climáticas pueden causar pequeños inconvenientes.
A lo largo del viaje el grupo hace varias etapas con el fin de descansar tanto las personas como los animales, cambiar de caballos si es necesario, también para alimentarse y pasar las noches. En algunas ocasiones, al llegar a un pueblo cercano son invitados por las autoridades a desfilar por sus calles, algo a lo que el grupo accede con mucho orgullo.